4248 casos de violencia sexual durante el conflicto armado interno y las víctimas sin reparación
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Este 28 de agosto 2013, se cumplen diez años de la entrega del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, el que evidenció que la violencia sexual fue utilizada como un arma de guerra y constituyó, en muchos casos, crímenes de lesa humanidad. Hace una década se hablaba de 547 casos de violación sexual , hoy se sabe que por lo menos existieron 3042 casos de este crimen y 1206 de otras formas de violencia sexual, entre ellas desnudos forzados, tortura a genitales, intentos de violación, entre otros.
Un balance de estos diez años da cuenta que hay más pendientes que avances alcanzados. Nadie ha sido sancionado por las violaciones sexuales ocurridas, no se conoce el número de mujeres víctimas de violación sexual registradas que hayan logrado acceder a alguna de las reparaciones económicas y el 100% de las que sufrieron otras formas de violencia sexual ni siquiera tienen derecho a ellas.
En junio del 2012, el Presidente Humala observó la autógrafa de la ley que reconocía el derecho a reparaciones de las víctimas de otras formas de violencia sexual y la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso de la República no aprueba la insistencia para lograr su promulgación a la fecha.
Además, las reparaciones integrales son un desafío en tanto no existen lineamientos ni medidas claras para atender las especificidades que presentan este tipo de víctimas; situación que se hace más evidente en el caso de las reparaciones en salud mental.
En ese contexto, DEMUS presenta su publicación “Dialogando con mujeres de Huancavelica. Demus y su apuesta por la salud mental”, documento que recoge y analiza el testimonio de mujeres de una comunidad alto andina que fue afectada por el conflicto armado interno y donde la violencia sexual fue inscrita en sus cuerpos, en los de sus compañeras o en los de sus parientes y conocidas, así como en la comunidad misma. En ella se evidencia que las secuelas de la violencia siguen vigentes y que trasciende generaciones, por lo que es necesario avanzar en una política de salud mental que reconozca las individualidades pero también la dinámica generada en la cotidianeidad de las relaciones en la comunidad. “El pueblo quedó triste, nuestras corazones están mal” dice asertivamente una de las mujeres entrevistadas, quien junto a sus compañeras expresan un sentir pero además una demanda de respuesta hacia el Estado y la sociedad peruana.
El libro “Dialogando con mujeres de Huancavelica. Demus y su apuesta por la salud mental” fue escrito por Paula Escribens con el apoyo de Mariel Távara y María Zoila Fernández, y forma parte de una colección de cuatro publicaciones de DEMUS (“Salud Mental Comunitaria. Una experiencia de psicología política en una comunidad afectada por la violencia”; “Milagros y la violencia del conflicto armado interno”; “Proyecto de vida de Mujeres víctimas de violencia sexual en Conflicto Armado Interno”) a través de las cuales se evidencia el grave impacto que tiene la violencia sexual en la vida concreta de las mujeres y en la dinámica de sus comunidades. DEMUS con estas publicaciones presenta la realidad de las mujeres víctimas con la finalidad de promover un política de reparación integral y celeridad en los procesos de justicia de estas mujeres.
Lima 27 de agosto de 2013
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